Mientras más razonamiento pongamos al proceso reproductivo, más nos olvidaremos de lo fundamental para la preservación de la especie: usar los mejores genes para la reproducción.
Si observamos la naturaleza, nos daremos cuenta de que la vida entera de todas las especies gira entorno al proceso reproductivo. La lucha de los más fuertes hace que las razas vallan mejorando y evolucionando en la competencia de comer o ser comido. En este proceso, cualquier "mejora" o ventaja competiva hará que los genes del macho (por lo general) sean los que se transmiten de generación en generación.
No olvidemos que el instinto es más sabio, en muchas ocaciones, que la inteligencia humana. Un caso muy claro, es que los niños, sólo comen cuando tienen hambre (los niños más pequeños) y no por las simples ganas de comer algo rico, como lo hacemos cuando grandes. Hago referencia a esto, porque por maś siglo XXI que sea, los hombres y mujeres no son capaces de escapar de lo que el instinto reclama. Los hombres por ejemplo, los puntos que más le interesan de la mujer son las caderas y los senos, junto con el pelo. Está comprovado que es por que las mujeres de caderas anchas poseen mejor capacidad para parir, y los senos (esto no es definitivo) se relacionan con la capacidad de amamantar. El pelo rubio, denota una mejor fertilidad en la mujer. Por otra parte, las mujeres fijan su mirada en los huesos faciales que también denotan más capacidad reproductiva.
Feas y feos, malos genes.
Se asocia la fealdad, instintivamente con los malos genes. Generalmente los feos son aquellos que tienen algún nivel de desproporción en su cuerpo. Un nariz muy grande, la cara larga, ojos turnios, espinillas, piernas chuecas, etc. Todo aquello supone malos genes, por eso el humano lo asocia al concepto de fealdad. Si la reproducción se basara en sólo este concepto, los malos genes tendrían muy pocas posibilidades, por ende, nuestra raza mejoraría. Sin embargo, nestra reproducción no sólo depende de ser o no buenmozo.
Pero qué es lo que nos hace ir en decadencia?
Precísamente el ponerle más razocinio al reproducirse. El hecho de que se comience a mirar a la gente por dentro más que por fuera, hace que nos olvidemos de lo básico, los buenos genes. Por otra parte, se da mucho que cada persona encuentra su media naranja... que no es otra cosa que acomodarse, o ponerse en un nivel que a uno le corresponde. Es muy difícil que un feo, un desgraciado (sin gracia) pueda conquistar a una mujer bellísima, simplemente está "fuera de su alcance" y luego en forma casi inconciente, el feo va bajando su nivel y encuentra alguna persona que se acomode a su propio nivel. Claro, siempre y cuando el feo no tenga una cuenta bancaria enorme, porque ahí sí de da más aún el tema de ponerle "cerebro" a esa relación. Para lo que estoy tratado de decir, ambos casos denotan una "pérdida" para nuestra raza, esto porque se reproducen malos genes (del feo) en una fea o en una bella, dependiendo de la chequera del tipo.
La limpieza y medicina que nos mata
Otro cosa preocupante, es el hecho de que cada vez dependemos más de los medicamentos para estar vivos. Cada vez nos estamos poniendo más débiles, estamos perdiendo la batalla contra los gérmenes, virus y bacterias. Con nuestro afán de ser limpios, de no dejar que nuestros niños jueguen con tierra, que chupen lagartijas, coman palitos, se raguñen, etc. estamos haciendo una raza cada vez menos fuerte en ese sentido. No nos estamos fortaleciendo contra las enfermedades, y encima de todo, con el uso indiscriminado de los fármacos, estamos haciendo que los "bichos" se pongan cada vez más fuertes,
Hacemos lo imposible por salvar la vida de un recién nacido que viene con muchas complicaciones de salud. Lo mantenemos con respiradores artificiales, les hacemos operaciones, les damos medicamentos, incluso de por vida en algunos casos... sin embargo, en la sabia naturaleza los débiles y los enfermos son los primeros en morir. Suena muy duro lo que he señalado, pero la naturaleza es así, y es la misma naturaleza que tarde o temprano, nos va a pasar la cuenta por nuestras acciones... y tal vez, nos haga desaparecer.
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