Hoy, 4 de Abril de 2008, recién pagué el permiso de circulación de mi auto. ¿y porqué tan tarde?.. no tengo una respuesta ni medianamente inteligente a esta interrogante.
Una de las gracias de vivir en un pueblo, como lo es Freire, es que las cosas andan a otro ritmo.
Esperé tranquilamente, con mi seguro obligatorio en mano, a que dieran las 8:45 AM para que me atendieran. Abrí la puerta principal, y ahí estaba el "pelao Almendra", compañero de curso de mi hermano mayor, quien me atendió con toda amabilidad.
- "¿Cómo está el Carlitos?", preguntó el "pelao"
- Bien, viviendo en Temuco ahora...
- "todavía tiene 2 hijos?".. "todavía lo aguanta su señora" .. bla bla bla.. risas, tayas, etc.
- "Toma esto, anda a Tesorería, pagas y vuelves".
Luchito, partió a tesorería, 5 puertas al fondo del pasillo. Allí estaba Juanito, cuñado de mi hermano (Adolfo, el del medio), conversamos un rato, tayas, risas... ¿y tú estás en tesorería ahora?... -"No, está Carimán" - me respondió. Lluega Carimán, hijo del Benja, un viejo amigo de mi padre y compañero de mis primeros trabajos en una cuadrilla de carga de camiones en Sorpole - Temuco, tranajo que me permitió pagar mi primera carrera.
Comentamos acerca de la muerte inesperada el Pablo Saez, de sólo 43 años, quien sufrió un derrame cerebral y no lo soportó. Él, era auxiliar de los buses cuando yo viajaba al Liceo de Pitrufquen (cuidad que está a 3 Km de Freire) y en esos tiempos me cobraba menos que lo habitual, sólo $5. Pablo era casado con Sandra López, quien era vecina de la que ahora es mi señora.
Mientras digita en el sistema de tesorería, imprime un comprobante de pago.. "saludos al Benja" le digo, me despido de él, de la Lorena que estaba al lado, y me voy de vuelta a Patentes.
Allí ya no estaba el Pelao, si no que estaba la Yiyi, compañera de curso mía en el liceo, hermana del Benja.
"Hola Luchito cómo estás".. "qué grande que está tu lola oye..." bla bla bla... me pasa mi permiso de circulación, me despido de todos, doy las gracias, y salgo sonriente, alegre, con una extraña y rica sensación de estar casi "en familia" en un trámite tan normal como éste.
Camino al trabajo, el camión de la basura para, me toca la bocina... era el "mafia", para avisarme que para el partido de basquetbol de mañana no va a estar "el Alveal" porque se lesionó de la rodilla.
Aunque parezca pintorezco, así es la vida en mi pueblo, mucha gente se conoce, salir a dar una vuelta por las calles centrales, incluyen varios saludos, ver caras conocidas, preguntar por la mamá, por el hermano... etc.
Como dicen los gringos "Call me crazy, but I like it".
Una de las gracias de vivir en un pueblo, como lo es Freire, es que las cosas andan a otro ritmo.
Esperé tranquilamente, con mi seguro obligatorio en mano, a que dieran las 8:45 AM para que me atendieran. Abrí la puerta principal, y ahí estaba el "pelao Almendra", compañero de curso de mi hermano mayor, quien me atendió con toda amabilidad.
- "¿Cómo está el Carlitos?", preguntó el "pelao"
- Bien, viviendo en Temuco ahora...
- "todavía tiene 2 hijos?".. "todavía lo aguanta su señora" .. bla bla bla.. risas, tayas, etc.
- "Toma esto, anda a Tesorería, pagas y vuelves".
Luchito, partió a tesorería, 5 puertas al fondo del pasillo. Allí estaba Juanito, cuñado de mi hermano (Adolfo, el del medio), conversamos un rato, tayas, risas... ¿y tú estás en tesorería ahora?... -"No, está Carimán" - me respondió. Lluega Carimán, hijo del Benja, un viejo amigo de mi padre y compañero de mis primeros trabajos en una cuadrilla de carga de camiones en Sorpole - Temuco, tranajo que me permitió pagar mi primera carrera.
Comentamos acerca de la muerte inesperada el Pablo Saez, de sólo 43 años, quien sufrió un derrame cerebral y no lo soportó. Él, era auxiliar de los buses cuando yo viajaba al Liceo de Pitrufquen (cuidad que está a 3 Km de Freire) y en esos tiempos me cobraba menos que lo habitual, sólo $5. Pablo era casado con Sandra López, quien era vecina de la que ahora es mi señora.
Mientras digita en el sistema de tesorería, imprime un comprobante de pago.. "saludos al Benja" le digo, me despido de él, de la Lorena que estaba al lado, y me voy de vuelta a Patentes.
Allí ya no estaba el Pelao, si no que estaba la Yiyi, compañera de curso mía en el liceo, hermana del Benja.
"Hola Luchito cómo estás".. "qué grande que está tu lola oye..." bla bla bla... me pasa mi permiso de circulación, me despido de todos, doy las gracias, y salgo sonriente, alegre, con una extraña y rica sensación de estar casi "en familia" en un trámite tan normal como éste.
Camino al trabajo, el camión de la basura para, me toca la bocina... era el "mafia", para avisarme que para el partido de basquetbol de mañana no va a estar "el Alveal" porque se lesionó de la rodilla.
Aunque parezca pintorezco, así es la vida en mi pueblo, mucha gente se conoce, salir a dar una vuelta por las calles centrales, incluyen varios saludos, ver caras conocidas, preguntar por la mamá, por el hermano... etc.
Como dicen los gringos "Call me crazy, but I like it".
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